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Elegir la estructura adecuada para una empresa es una de las decisiones más importantes para emprendedores y empresarios. La clasificación de las empresas varía en función de diversos criterios como la actividad económica, el tamaño o la estructura legal.

En este artículo, exploraremos los principales tipos de empresas, proporcionando información clave para ayudar en la toma de decisiones.




Tipos de empresas según su actividad económica

Uno de los criterios más utilizados para diferenciar las empresas es el sector en el que operan. Según su actividad económica, las empresas se dividen en:

Empresas del sector primario

Estas empresas se dedican a la explotación de recursos naturales. Incluyen actividades como la agricultura, ganadería, pesca y minería.

Empresas del sector secundario

Engloban aquellas que transforman materias primas en productos. Aquí encontramos la industria manufacturera, la construcción y la producción de bienes en fábricas.

Empresas del sector terciario

Este sector agrupa a las empresas dedicadas a la prestación de servicios, como el comercio, la hostelería, el turismo, la educación y la consultoría.

Empresas del sector cuaternario

Incluyen las empresas basadas en el conocimiento y la tecnología, como las de telecomunicaciones, desarrollo de software y servicios de I+D.


Tipos de empresas según su tamaño

Otra forma de diferenciar los tipos de empresas es su dimensión en términos de personal y facturación:

Microempresas

  • Menos de 10 empleados.
  • Facturación inferior a 2 millones de euros anuales.

Pequeñas empresas

  • Entre 10 y 49 empleados.
  • Facturación inferior a 10 millones de euros anuales.

Medianas empresas

  • Entre 50 y 249 empleados.
  • Facturación menor a 50 millones de euros anuales.

Grandes empresas

  • Más de 250 empleados.
  • Facturación superior a 50 millones de euros anuales.


Tipos de empresas según su estructura legal

La elección de la forma jurídica es clave para definir la responsabilidad de los socios, la tributación y la gestión de la empresa. Algunos de los tipos más comunes son:

Autónomo

  • Persona física que desarrolla una actividad económica en su propio nombre.
  • Responsabilidad ilimitada sobre las deudas.
  • Régimen de tributación mediante el IRPF.

Sociedad Limitada (S.L.)

  • Ideal para pequeños y medianos empresarios.
  • Responsabilidad limitada al capital aportado.
  • Tributación por el Impuesto de Sociedades.

Sociedad Anónima (S.A.)

  • Pensada para grandes empresas con capital social dividido en acciones.
  • Responsabilidad limitada.
  • Mayor regulación y requisitos legales que la S.L.

Sociedad Cooperativa

  • Empresa gestionada por sus propios socios, basada en la participación democrática.
  • Beneficios distribuidos equitativamente entre los miembros.

Sociedad Civil y Comunidad de Bienes

  • Modelos más simples, utilizados en asociaciones de profesionales.
  • No tienen personalidad jurídica propia.


Cómo elegir el tipo de empresa correcto

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