Muchas empresas olvidan que los activos usados pueden amortizarse más rápidamente
Si su empresa adquirió algún activo usado, puede contabilizar una amortización más elevada (y, por tanto, reducir el pago del Impuesto sobre Sociedades). En concreto:
A estos efectos, al adquirir un activo usado conviene solicitar al vendedor la factura de compra originaria. Si no es posible obtenerla, se puede solicitar que un perito determine el precio original y calcular la amortización en función de dicha valoración.
Recuerde que para que un bien se considere usado es preciso que haya entrado en funcionamiento con anterioridad a su adquisición. Además, si se trata de un inmueble, es necesario que tenga una antigüedad igual o superior a los diez años.
Si su empresa adquirió activos usados antes de 2019 y en años anteriores sólo aplicó la amortización “normal” (sin multiplicar por 2 el coeficiente según tablas), nada impide que aplique ahora –en el cierre de 2019– alguno de los dos sistemas indicados.
Nuestros profesionales revisarán la contabilidad de su empresa y le propondrán medidas que le permitirán reducir el Impuesto sobre Sociedades.