Asesoria & Asesores Fiscales

Hasta  la  aprobación  de  la  Ley  27/2014,  de  27  de  noviembre,  del  Impuesto  sobre  Sociedades  (la  LIS), los titulares de la actividad de farmacia que actuaban como sociedades civiles tributaban como  contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (el IRPF) a través del régimen de  atribución  de  rentas.    No  obstante,  la  citada  Ley  27/2014,  en  su  artículo  7,  apartado  1,  letra  a),  incorporó como contribuyentes del tributo a las sociedades civiles que tienen objeto mercantil.

Este  cambio  normativo  ha  introducido  dudas  en  relación  con  el  régimen  de  tributación  en  el  Impuesto sobre Sociedades y en el Impuesto sobre el Valor Añadido (el IVA) que debían seguir las  farmacias  afectadas,  lo  que  llevó  al  Consejo  General  de  Colegios  Oficiales  de  Farmacéuticos  a  plantear consulta vinculante ante la Dirección General de Tributos (la DGT) sobre la  aplicación a las  farmacias del citado artículo 7, apartado 1, letra a), de la Ley del Impuesto sobre Sociedades.

La  DGT,  en  su  contestación  de  30  de  diciembre  de  2015  a  la  consulta  planteada,  se  remite  a  la  consulta  nº  V1834 - 12,  de  20  de  septiembre  de  2012 .    En  ella,  una  persona  física  titular  de  una  autorización  administrativa  para  la  apertura  de  una  Oficina  de  Farmacia  y  que  tributa  en  el  IRPF  como   persona   que   obtiene   rendimientos   de   actividades   económicas   pregunta   sobre   las  consecuencias en el IRPF y en  el IVA de constituir una sociedad limitada profesional para la gestión  del negocio de farmacia.  

En su contestación la DGT, partiendo del derecho regulatorio de las farmacias (en concreto, se cita  el  artículo  103.4  de  la  Ley  15/1986,  de  25  de  abril,  General  de  Sanidad,  y  el  artículo  1  de  la  Ley  16/1997, de 25 de abril, de Regulación de Servicios de las Oficinas de Farmacia), concluye que dado  que la normativa sectorial atribuye el ejercicio de la actividad al farmacéutico titular de la oficina de  farmacia, el  rendimiento  obtenido  en  la  dispensación  de  medicamentos  y  productos  farmacéuticos  corresponde al farmacéutico y no a la sociedad.  Adicionalmente, considera la DGT que no es posible  transmitir  a  la  nueva  sociedad  los  elementos  patrimoniales  esenciales  para  el  desarrollo  de  la  actividad, como son la licencia administrativa y los medicamentos y productos farmacéuticos, lo que  impide  que,  a  efectos  del  IVA,  haya  una  transmisión  a  la  sociedad  de  un  negocio  o  unidad  económica autónoma.

Partiendo  del  anterior razonamiento ,  la consulta  vinculante  nº  V4142 - 15,  de  30  de  diciembre  de  2015 , sobre la aplicación a las farmacias de lo dispuesto en el artículo 7, apartado 1, letra a) de la  LIS  concluye  en  que,  si  bien  la  anterior  consulta  de  2012  se  refería  a  una  sociedad  limitada,  sus  conclusiones son plenamente trasladables a cualquier tipo de persona jurídica.  Ello determina que,  al  no  poder  ser  una  sociedad  civil  con  personalidad  jurídica  titular  de  una  oficina  de  farmacia,  los  rendimientos  derivados  de  dicha  oficina  en  ningún  caso  tributarían  por  el  Impuesto  sobre  Sociedades, correspondiendo su tributación en el IRPF a los farmacéuticos titulares de la oficina de  farmacia,  bien  individualmente  o  en  régimen  de  atribución  de  rentas  en  el  caso  de  que  la  autorización  se  atribuya,  como  permite  la  normativa  reguladora  de  las  farmacias,  a  varios  farmacéuticos,  cuya  agrupación  no  podría,  por  las  razones  expuestas,  tener  una  personalidad  jurídica distinta a la de las personas físicas integrantes.

Atendiendo  ahora  al  IVA,  debe  tenerse  en  cuenta  que  el  artículo  148,  apartado  1º,  de  la  Ley  37/1992,  de  28  de  diciembre,  dispone  que  el  régimen  especial  del  recargo  de  equivalencia  se  aplicará  a  los  comerciantes  minoristas  que  sean  personas  físicas  o  entidades  en  régimen  de  atribución  de  rentas  en  el  Impuesto  sobre  la  Renta  de  las  Personas  Físicas,  que  desarrollen  su  actividad    en    los    sectores    económicos    y    cumplan    los    requisitos    que    se    determinen  reglamentariamente.

La conclusión que se deriva de las consultas citadas es que una sociedad civil no puede tener como  objeto mercantil el ejercicio de la actividad de farmacia, motivo por el cual debe tributar en el IRPF  en régimen de atribución de rentas. Ello determina, a su vez, que, en aplicación del artículo 148.1  de la Ley del Impuesto sobre el Valor Añadido, los titulares de licencias de farmacias que actúen a  través de sociedades civiles deban tributar en el régimen especial del recargo de equivalencia.

Esther Zamarriego