La economía china está cambiando, transformándose lentamente de una economía basada en las exportaciones a otra impulsada por el consumo. Con un gran superávit comercial y enormes reservas de inversión, el gobierno chino está realizando fuertes inversiones en infraestructura, educación y tecnología, lo cual genera buenas oportunidades a las empresas europeas.
Sin embargo, y a pesar de tener un crecimiento mensual equivalente al PIB anual de Grecia, China está experimentando una desaceleración tras varios años de rápido crecimiento. En Grant Thornton hemos preguntado a 14 líderes empresariales chinos por sus puntos de vista y, en general, han visto dicha desaceleración como una oportunidad para centrarse en los beneficios y la gestión del riesgo operacional, lo cual debe ser visto positivamente por las empresas europeas que buscan expandirse.
China continúa siendo muy competitiva, con una visión de negocio muy diferente a la occidental, por ello, ofrecemos una serie de consejos para hacer negocios en China.
1. Tener en cuenta la estrategia
Se tarda cinco horas en volar de una punta de China a otra, y es el hogar de una quinta parte de la población mundial por lo que, sin duda, se necesita tener una estrategia muy clara y coherente para establecer objetivos en el mercado chino.
Es fundamental traer los deberes hechos previamente si se desea tener éxito:
Considere el tiempo que invertiría, y posteriormente, multiplique por 2 este tiempo estimado.Hable con el mayor número de personas posible.Obtenga información de primera mano en el libro ‘The Thoughts of Chairmen Now’, que incluye entrevistas con 14 líderes empresariales chinos.Manténgase al día sobre la situación en China a través de nuestro ‘International Markets blog’.
2. ¿Es necesario un socio?
Una cuestión importante es decidir si se debe ir por libre o si es preferible asociarse con una empresa China, o incluso establecer una franquicia.
La primera vía, por supuesto, ofrece un mayor control, pero no hay que subestimar el tiempo y coste requerido para construir un negocio desde cero. Vender suele ser una acción más rápida a través de una asociación o franquicia, ya que ofrece un mejor acceso a los contratos locales y la experiencia.
3. Elección de la estructura correcta
Existen limitaciones en los tipos de estructura para una empresa extranjera, particularmente en industrias restringidas, tales como medios de comunicación y automoción. Establecerse en China suele tardar varios meses y es extremadamente importante definir una estructura adecuada. Las estructuras más comunes son las oficinas de representación, que se limitan a actividades de coordinación, WFOEs y empresas mixtas de capital.
4. Mantenimiento del personal
China está creciendo rápidamente y existe una gran competencia para atraer talento. La clave es entender la mano de obra y sus necesidades, y tratarlos correctamente.
El Estatus es muy importante para los trabajadores chinos. Es posible que haya trabajadores procedentes de zonas rurales, por lo que proporcionarles un alojamiento de buena calidad les ayudará a estar felices en la compañía. La formación también es un ámbito a tener en cuenta, por lo que un programa de formación será altamente valorado por los trabajadores.
5. La cultura de guanxi
Existen diferencias significativas en la cultura empresarial. En Europa, generalmente, existe una cultura impulsada por el imperio de la ley. En China, sin embargo, hay una cultura que se rige por el poder de las relaciones a largo plazo, o “guanxi”. Es vital conocer el proceso de decisión y entender el grado de compromiso para realizar operaciones comerciales.
6. Aprenda de Oreo
El producto siempre debe adaptarse al mercado. Un claro ejemplo es la versión occidental de la marca de Oreo. Después de una extensa investigación de los consumidores, la versión china fue lanzada en paquetes pequeños y con un sabor totalmente diferente a las galletas Oreo occidentales.
7. Gestión de la regulación
Los altos niveles de burocracia encabezan la lista de preocupaciones de los inversores europeos en China. Resulta especialmente difícil conseguir la licencia comercial, las inversiones y las desinversiones.
La reciente cobertura de prensa de las empresas en Europa y el soborno pone de relieve la necesidad de disponer de controles adecuados. La protección de la Propiedad Intelectual es también importante, aunque quizás menos preocupante para los empresarios.
Los controles internos y externos son vitales. China es un país complejo, por lo que es necesario disponer de sistemas y procedimientos para evitar irregularidades. Para muchas empresas, las operaciones en China son su ‘joya de la corona’ y como tal hay que protegerlas.
Nick Farr
Socio de Fiscal en Grant Thornton