Asesoria & Asesores Fiscales

El fraude, lamentablemente, es un problema creciente en el mundo empresarial, sobre todo ahora en un entorno de recesión económica y de difícil acceso al crédito. Las irregularidades contables y las prácticas de maquillaje de los estados financieros se mueven entre la creatividad y  el delito.

Normalmente son los directivos de las empresas los responsables de la manipulación de los estados financieros, con el fin de dar una visión distorsionada de sus compañía a los grupos de interés, tanto internos (ej. accionistas, empleados) como externos (ej. entidades financieras, proveedores, inversores).

Seguramente a todos nos sonarán los casos de carácter público más notorios: WorldCom, Tyco, Enron, Lehman Brothers, Parmalat, etc.

Pero, ¿por qué? ¿cuál es su finalidad? ¿y cómo detectarlo?

Los estados financieros pueden estar falseados (i) mejorando la situación económico-financiera de la empresa con el fin, principalmente, de refinanciar deuda existente con las entidades financieras o solicitar más crédito, generando más pasivo e inflando activo inexistente, o (ii) empeorando los resultados de las compañías para no distribuir dividendos a los socios o despedir trabajadores, incluso hasta forzar un estado de insolvencia con declaración de concurso de acreedores dejando de pagar a acreedores, hacienda, empleados, etc. sin ningún coste para los empresarios, siempre y cuando no se califique el concurso de culpable.

Detectar irregularidades o manipulaciones de la contabilidad no siempre es fácil, por lo que no siempre se detecta su existencia al elaborar los estados contables anuales, estén o no auditados.

Para investigar fraudes contables, el primer paso a seguir será el  de analizar la información interna existente en la empresa y la contenida en las Cuentas Anuales de los últimos años, analizar la evolución de la Compañía con el fin de detectar las partidas que han sufrido variaciones significativas y averiguar los motivos. Ejemplo: mirar si existen saldos muy elevados de cuentas a cobrar cuando se reduce la facturación, o si las existencias están bien valoradas y si existen deterioros de las mismas, o si el inmovilizado se está amortizando regularmente.

Otro paso será analizar la información externa existente, como pueden ser los ficheros de morosidad, la información obrante en los registros públicos, como puede ser el registro mercantil o el de la propiedad. Adicionalmente se podrá acudir a otras fuentes de información pública. Cabe destacar que, si se empiezan a tener indicios de irregularidades o sospechas, tanto los socios como los trabajadores pueden solicitar información contable adicional a la empresa. Los primeros según el artículo 93 de la ley de sociedades de capital y los segundos según el artículo 64 de los estatutos de los trabajadores. El análisis puede llevar a procedimientos legales para penalizar situaciones de manipulaciones de contabilidades de empresa que pueden perjudicar a socios, empleados con su pérdida de trabajo, a inversores que pierden su dinero, a proveedores y acreedores que se quedan sin cobrar sus facturas, asumiendo cada persona implicada sus responsabilidades con unas sanciones más rígidas a quién estafe e incumpla con sus obligaciones.

El descubrimiento de este tipo de comportamiento fraudulento, en caso de existir sospechas de su existencia, es recomendable dejarlo en manos de especialistas forenses en la prevención y detección de fraudes. Dichos profesionales investigan casos de apropiación indebida, manipulación de activos, levantamiento de bienes, fraude en la elaboración de estados financieros y contabilidad, entre otros. Acudir cuanto antes a profesionales forenses, si se empiezan a tener sospechas de malversación y manipulación de la contabilidad de las empresas, puede suponer un importante ahorro de tiempo y dinero, permitiendo descrubir cuanto antes el fraude cometido y facilitando el emprendimiento de las acciones legales que correspondan.

Fausto Di Pasquale
Asociado