Conquistando la complejidad de los dividendos y acciones
El mundo de los negocios puede ser una jungla cuando se trata de los beneficios y su distribución.
No es sorprendente que la distribución de dividendos y acciones pueda generar conflictos entre socios.
Aquí desglosamos cómo se manejan estos aspectos y cuáles son las circunstancias más desafiantes en la práctica.
De acuerdo con los artículos 273 y siguientes de la Ley de Sociedades de Capital (LSC), el resultado al final de cada ejercicio se aplica a la distribución de dividendos.
Pero esta decisión final está en manos de la junta general, añadiendo otra capa a los Aspectos problemáticos de la distribución de dividendos.
La regla fundamental es que deben existir beneficios para poder distribuir dividendos y acciones.
El balance del ejercicio debe ser positivo y el patrimonio neto debe ser superior al capital social.
Además, existen otros límites que complican aún más los Aspectos problemáticos de la distribución de dividendos.
Incluso si hay beneficios en el año en curso, no se pueden distribuir si existen pérdidas de ejercicios anteriores que reduzcan el patrimonio neto de la sociedad a menos del capital social.
En este caso, los beneficios del año deben usarse para compensar las pérdidas anteriores. Además, es esencial que las reservas de la sociedad, que deben ser al menos un 10% del capital social, estén cubiertas.
Sigue leyendo en ASEPYME
