Si un contribuyente defrauda más de 120.000 euros y Hacienda lo detecta, corre el riesgo de ser condenado por delito fiscal.
El delito de fraude fiscal está regulado en el artículo 305.1 del Código Penal.
A continuación, los queremos detallar algunos aspectos esenciales que tenéis que conocer para evitar incurrir en este delito.
El Código Penal establece que se considera delito fiscal contra la Hacienda Pública cuando el beneficio fiscal indebidamente obtenido o la cantidad dejada de ingresar superan los 120.000 euros en cada ejercicio fiscal, o cuando se produce un hecho imponible que tiene que ser liquidado. Este umbral, aunque elevado, es crucial para distinguir entre un simple error o infracción administrativa y un delito fiscal.
En el caso de la Hacienda Europea, el límite es de 100.000 euros en un año natural, según el artículo 305.3 del Código Penal. Esto significa que cualquier fraude que exceda este importe en relación con impuestos europeos también es considerado delito fiscal.
Porque se configure un delito fiscal, hace falta que se cumplan los siguientes requisitos simultáneamente:
Cuando la Administración Tributaria detecta la posible comisión de un delito fiscal, tiene que remitir el expediente al Ministerio Fiscal. En este punto, si se ha iniciado un procedimiento sancionador, se considerará concluido al remitirse el expediente al Ministerio Fiscal, sin perjuicio que se pueda iniciar un nuevo posteriormente.
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