Asesoria & Asesores Fiscales

Desde hace más de 14 años, PwC elabora Paying Taxes, un informe realizado para el Banco Mundial que compara la tributación empresarial en todo el mundo a partir una compañía tipo de tamaño medio, y analiza cuatro grandes grupos de indicadores: la contribución tributaria total, el número de pagos necesarios y el tiempo que se necesita para cumplir con las administraciones fiscales y para reclamar, en su caso, devoluciones fiscales. Todo ello con el objetivo de medir lo fácil o difícil que lo tienen las empresas para cumplir con sus obligaciones fiscales y lo sencillos o complejos que son estos sistemas.

España, un sistema fiscal moderno

Del estudio de este año se desprende que el sistema tributario español se encuentra entre los más modernos del mundo, ocupando el puesto #34 del ranking de los 190 países analizados, por delante de Estados Unidos #37, Alemania #43, Francia #53 o Italia #118. Si comparamos nuestra fotografía fiscal con la media del resto del mundo, la imagen también es positiva. Si, actualmente en el mundo, de media, una compañía necesita 237 horas para cumplir con Hacienda, en España esta cifra es de 148 horas. Si, además, para hacerlo necesita hacer 23,8 pagos, en nuestro país esta cifra se reduce a nueve.

En materia del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), por ejemplo, las empresas de todo el mundo emplean, de media, 19,6 horas para pagar este tributo, mientras que, en España, tras la introducción del Suministro Inmediato de Información -conocido por sus siglas como el SII-, este tiempo se ha reducido a cero. A la hora de obtener la devolución del IVA, también las compañías españolas necesitan menos dedicación: 16,4 semanas por las 29 de media en el resto del mundo.

El estudio también incluye un índice -denominado Post filing index- que mide la eficacia de las administraciones tributarias una vez que las empresas han realizado el pago de sus impuestos –siendo el 100% las más eficaz y 0% la que menos- y en el que España aparece entre las ocho administraciones más eficientes del mundo, con una puntuación del 93,6%, -muy por encima de la media, del 59,6%-.

El impacto de la tecnología

El informe resalta cómo, desde 2004, el uso de las nuevas tecnologías por parte de las autoridades fiscales y de las empresas ha reducido en 84 horas, de media, el tiempo y, en 10,3, el número de pagos que las compañías deben hacer para cumplir con el fisco. Esto tiene que ver con la puesta en marcha, sobre todo en economías avanzadas, como China, Hong Kong, Noruega, de sistemas de reporting fiscal en tiempo real o de otros que permiten devolución automatizada de impuestos.

No obstante, el estudio considera que la tecnología, por sí misma, no es suficiente para mejorar los sistemas fiscales. Una economía, además de contar con la infraestructura tecnológica adecuada -disposición de conexión de banda ancha, de redes móviles 4G, etcétera…- y con una población suficientemente alfabetizada informáticamente, debe superar una serie de obstáculos culturales y políticos, especialmente relevantes en aquellos países con sistemas tributarios manuales o con un nivel significativo de economía informal.

“La Agencia Tributaria ha hecho avanzar tecnológicamente la gestión de nuestros impuestos muy por encima de la media, en comparación con otras instituciones públicas. Las empresas soportan una fiscalidad muy elevada, en perjuicio de su competitividad. Mientras la presión fiscal en España se mantiene, según datos de la OCDE, muy cerca de la media de estos países, la fiscalidad empresarial es más elevada, y sería oportuno reconducir el actual balance entre empresas y familias y entre fiscalidad directa, incluidas cotizaciones, e indirecta”.
Alberto Monreal, socio de PwC Tax and Legal Services