Asesoria & Asesores Fiscales

El Gobierno del PSOE, con la Ministra de Hacienda María Jesús Montero al frente liderando la iniciativa, se prepara para promover la armonización del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en todo el territorio español. El Gobierno actual, pretende eliminar las enormes diferencias existentes entre las Comunidades Autónomas, principalmente en los que se refiere a tipos impositivos, reducciones y bonificaciones aplicables.

Ya el anterior Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, trató de avanzar en la coordinación fiscal entre Comunidades Autónomas en materia de Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, pero resultó infructuoso; es conocida la demanda recibida por España ante el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea por discriminar a no residentes en la aplicación de los tributos sucesorios, que acabó con la Sentencia de fecha 03-09-2014 en el Asunto C-127/2012. El Tribunal Supremo ya se ha pronunciado en el mismo sentido, y ha dictado dos importantísimas Sentencias: la Sentencia nº 1566/2017 de 17-10-2017 y la reciente Sentencia nº 242/2018 de 19-02-2018. Estas Sentencias provocaron unos elevados desembolsos de las arcas públicas españolas.

Y en el ámbito interno, el Tribunal Supremo planteó una cuestión de inconstitucionalidad al considerar que la normativa valenciana discriminaba a los herederos residentes en España pero que no residían en la Comunidad Valenciana (Auto de 8-05-2013) y el Tribunal Constitucional español ya se ha pronunciado en esta materia, en su Sentencia nº 60/2015 de 18-03-2015, declarando inconstitucionales determinados preceptos de la Ley valenciana.

Por lo anterior, es más que evidente que la pretendida armonización fiscal del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones es, además de necesaria, urgente. Y ahora está en manos del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez hacerla efectiva y evitar que el legislador español siga recibiendo varapalos por infringir la Constitución y/o el Derecho de la Unión Europea.

Desde el año 2017 están constituidas dos comisiones de expertos para revisar los modelos de financiación autonómica y local, y el “Informe Lagares” ya hablaba de este asunto en el mes de febrero de 2014, por lo que solo queda ponerlo en marcha.

Para saber por dónde puede ir la pretendida armonización cabe destacar que los socialistas en su programa electoral consideraron que debía establecerse un único mínimo exento común en todo el territorio nacional, así como tipos impositivos y bonificaciones comunes. Los grupos de expertos, también han aconsejado reducir los grupos de parentesco, y establecer reducciones comunes, tanto para la adquisición sucesiva de bienes (con el fin de evitar una duplicidad de gravamen); como para atender a determinadas circunstancias personales (como la discapacidad o el patrimonio preexistente). La Ministra de Hacienda pretende buscar consenso entre las regiones con el fin de armonizar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones pero se vislumbra un acuerdo complicado....

La situación actual de los diferentes Impuestos sobre Sucesiones y Donaciones en España es una situación incómoda para la clase política, porque demuestra claramente las discriminaciones y agravios comparativos existentes entre personas residentes en las diferentes Comunidades Autónomas, y ello es sobradamente conocido por todos. Esta discriminación tiene como efecto colateral en los ciudadanos la pérdida de confianza en el sistema tributario español, del que se aprecian desajustes y diferencias en las cuotas a pagar por concepto de Impuesto sobre Sucesiones, en herencias idénticas, pero en función de donde residan los herederos y causantes, y ello es considerado confiscatorio por una parte de los ciudadanos.

Esta situación provoca renuncias de herencias, deslocalizaciones familiares, … en definitiva, debilita la conciencia fiscal de los ciudadanos, que no conviene porque ya existen suficientes motivos y la Agencia Tributaria en los últimos años se ha visto obligada a realizar campañas publicitarias de concienciación sobre la relación entre impuestos y servicios públicos dirigidas a los ciudadanos españoles. Lo deseable sería no someter a una alta presión fiscal al ciudadano y que el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones sea los más justo y proporcional posible.

Es el momento de que los Partidos Políticos españoles se pongan a trabajar, que dejen de lado sus grandes diferencias, tanto los partidarios de la supresión como los partidarios de la reforma, y se sienten a consensuar un único Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones aplicable en todo el territorio español, porque el futuro del Impuesto tal como hoy está legislado no augura un buen desenlace….. es necesario que establezcan un Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones que no provoque diferencias ni discriminaciones entre residentes en un lugar o en otro, y que cumpla el verdadero objetivo del Impuesto: gravar las trasmisiones de bienes o derechos mortis causa o intervivos, pero atendiendo a la capacidad económica de los contribuyentes, sin vulnerar el principio de igualdad, y reconociendo el principio de progresividad y no confiscatoriedad, cumpliendo la esperada redistribución equitativa de la carga tributaria entre los españoles que queden sujetos al Impuesto sobre Sucesiones o Donaciones.

En caso de no llegar a armonizar el Impuesto por la tradicional e ineludible cesión a las Comunidades Autónomas y por la dificultad política que conlleva la armonización de la fiscalidad directa, el Gobierno debería optar por utilizar algún otro instrumento de política fiscal de los que dispone, como el de coordinación fiscal y adoptar las medidas adecuadas que eliminen las discriminaciones entre ciudadanos españoles.