Asesoria & Asesores Fiscales

El Gobierno en funciones considera que España sí puede permitirse una nueva rebaja del IRPF a 1 de enero de 2017 y defiende que parte del crecimiento económico logrado hasta la fecha responde, precisamente, a la reducción de este tributo aplicada en 2015 y 2016. La nueva reforma tributaria se aplicaría, en todo caso, de forma gradual. Fuentes del Ministerio de Hacienda confirmaron que la intención del Ejecutivo es mantener, además, las bonificaciones a la contratación que se aprobaron recientemente e incluso mejorarlas, pero descartan de momento aplicar nuevas rebajas en Sociedades o tocar el IVA.

Las mismas fuentes argumentan que una de las principales causas del crecimiento diferencial de España ha sido la rebaja de impuestos puesta en marcha a finales de la legislatura anterior. Este factor, sumado a las reformas estructurales, el pago de la deuda comercial y elementos externos decisivos, como la rebaja del precio del petróleo o que los tipos de interés estén en mínimos históricos permitieron a nuestro país avanzar al 3,2% el año pasado.

Es precisamente el tirón del PIB lo que permitirá compensar los eventuales efectos negativos de dicha rebaja sobre la recaudación. Un ejemplo claro se aprecia en que el incremento que se está produciendo en la masa salarial, según los últimos datos de afiliaciones de mayo, ya se traduce en un aumento de las retenciones por IRPF.

En el Ministerio inciden en que el cálculo del 2,7% de crecimiento para este año que incluye el Programa de Estabilidad enviado a Bruselas es prudente. De hecho, consideran que con un avance trimestral del 0,8% como el registrado de enero a marzo (del 3,4% interanual) el PIB debería desacelerarse notablemente para cerrar ejercicio a ese nivel.

Por este motivo, las mismas fuentes quitan hierro a la caída de la recaudación hasta abril y aseguran que la buena marcha de la economía provocará un ensanchamiento de las bases imponibles. Durante los cuatro primeros meses del año, los ingresos no financieros del Estado se redujeron en 3.500 millones de euros en relación al mismo periodo de 2015, hasta los 52.483 millones de euros.

En el Departamento lo achacan a los cambios normativos en Sociedades, dado que el impuesto que grava el beneficio de las empresas pasó del 30% en 2014 al 28% en 2015 y se ha reducido al 25 este año. Además, se volvió al pago fraccionado, lo que, en la práctica, implica un diferimiento en el abono de ese tributo.

Fuente: (El Mundo, 03-06-2016)