Asesoria & Asesores Fiscales

Nuestra experiencia en pequeñas y medianas empresas nos demuestra que el día a día y la falta de conocimientos técnicos en la gestión planificada de la empresa hace que muchas empresas no hagan más que elaborar previsiones a corto plazo, de ventas y gastos anuales, y poco más.

Por otra parte, la contabilidad sigue siendo un requisito legal en lugar de una herramienta de análisis y de toma de decisiones; el departamento de contabilidad o de administración sigue siendo un gasto a minimizar, incluso más allá de lo necesario, pues no produce ingresos.

Al final, ambos factores hacen que la planificación a medio y largo plazo sea una quimera en un buen número de empresas en donde la experiencia sustituye a la técnica, con las correspondientes deficiencias, como para poder tomar decisiones que afecten más allá del año natural.

Cómo pueden entonces el empresario y la empresa decidir una política de inversiones de cara al futuro, cómo puede el empresario tomar la decisión de crecer, exportar, buscar socios, vender la compañía o incluso liquidarla si no lo tiene previsto y mucho menos analizado. Es como si una familia decidiera sus vacaciones de agosto el día 25 de julio. Lo más probable es que se quede en casa o que termine en un destino que no era el más deseado. Las familias programan sus vacaciones con tiempo suficiente para poder elegir, cosa que el empresario no suele hacer, por lo que se encuentra con que tiene que tomar decisiones de inmediato y sin información.

Valoremos, por ejemplo, el coste de tener los recursos necesarios internamente y a jornada completa, que tenemos que reconocer que muchas veces son innecesarios. Externalizar el servicio es la decisión más sensata para que el coste se ajuste a la necesidad real. La solución no es, desde luego, prescindir de esa herramienta tan necesaria.