Asesoria & Asesores Fiscales

7 señales de alerta que debes tener en cuenta para cambiarte de asesoría fiscal lo antes posible.

  1. Pago todo el tiempo por servicios adicionales

Muchas veces decidimos contratar a la asesoría fiscal que nos ofrece un precio más barato en un primer momento. Sin embargo, en muchas ocasiones este precio se va encareciendo por todo tipo de servicios adicionales que no estaban incluidos en la tarifa que hemos firmado. Es muy importante tener siempre claro que está incluido y que haya una gran transparencia sobre cuánto cobra unase por cada servicio y si detectamos esta práctica, el cambio de asesor es más que recomendable.

  1. No me informan de los cambios en legislación

Una asesoría fiscal está para asesorarte y ayudarte en todo momento, no solo para rellenarte determinados documentos. Una buena asesoría fiscal te informará cada vez que haya novedades que te afecten en la legislación y no tendrás que ser tú el que vayas a preguntarle en cada caso. Igualmente, tendrán que informarte de subvenciones o posibles subvenciones que vayan surgiendo. Esta es una de las claves más importantes de unos buenos servicios de asesoría y un buen indicador de si deberíamos cambiarnos de gestoría.

  1. No me facilitan la documentación que necesito

En muchas ocasiones necesitaremos parte de la documentación que gestiona la asesoría, ya sean balances de cuentas, contratos, facturas, etc. Entre lo que hace un asesor fiscal bueno, está tener siempre disponible la documentación de nuestra empresa y proporcionárnosla siempre que la requiramos. Si se pierde, nos dan largas o nos ponen excusas, es que no estamos trabajando con los profesionales que necesitamos y es el momento de cambio de asesoría o de gestor.

  1. Los plazos son incumplidos a menudo

Una de las claves de unos servicios de asesoría fiscal excelentes es que siempre cumplan los plazos. Si nuestra asesoría acumula retrasos, podemos ser multados o se nos pueden pasar oportunidades importantes. Cumplir los plazos es fundamental para tener un servicio de calidad.

  1. El precio es demasiado bajo

Si el precio es muy bajo, desconfía. No solo por lo que hablábamos en el primer punto de cobrar servicios adicionales, sino porque no van a tener tiempo de darnos un servicio excelente. Es evidente que el trabajo de un asesor fiscal requiere tiempo y ese tiempo tiene que ser pagado. Si el precio es muy bajo, es muy probable que traten de hacerlo todo lo más rápido posible y aparezcan los errores. La transparencia en los servicios y los precios de una asesoría fiscal, como hacemos en Anta Consulting, es fundamental para saber exactamente cuánto estamos pagando y por qué. Que el precio sea razonable, también nos ayudará a saber cuál será la calidad del servicio.

  1. No consigo contactar con mi gestor cuando lo necesito

Tener contacto directo con la persona que está gestionando nuestra empresa es fundamental es imprescindible. En muchas ocasiones podemos necesitar un documento de urgencia o hacer una consulta sobre algún aspecto que no pueda esperar. Si tu asesor nunca está disponible para ayudar a los clientes, siempre que sea necesario y adelantarse incluso a sus necesidades, no esperes más a cambiarte de asesoría. Saldrás ganando.

  1. Han cometido fallos

Por último, ten en cuenta que, si tu asesoría fiscal ha cometido fallos, nada garantiza que no los vuelvan a cometer. Si estos han sido graves o injustificables, tenemos la razón más importante para cambiar asesoría por otra que nos ofrezca el servicio de calidad que necesitamos.

Si cumples alguna de estas señales, recuerda que enero y febrero son los mejores meses para cambiar de asesoría fiscal, ya que estamos ante el comienzo del año fiscal.

Categoria

Fiscalidad general

Fuente: Anta Consulting

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